Un primer acercamiento a las reflexiones de Rem Koolhaas en torno a la tipología de torre introduce al rascacielos neoyorquino como la alegoría del “automonumento”: una construcción en esencia destinada a reafirmar su sola presencia y que se distingue del resto por medio de su estatura, que la monumentaliza. La torre de Babel, símbolo inquebrantable de la leyenda de la construcción en altura, escenifica una historia de construcción y destrucción que está vinculada ineludiblemente al pensamiento crítico de Rem Koolhaas en torno a la torre como tipología desacreditada. Un recorrido por las distintas “Babel” que Rem Koolhaas cataloga en el glosario de términos incluido en el texto SMLXL construye un discurso en torno a la destrucción de la torre bíblica y la construcción de la nueva Babel koolhaasiana que inicia su recorrido con el rascacielos para acabar reclamando un nuevo estado de monumentalidad: la ausencia en su estado más puro representado por el muro, el máximo ejemplo de ausencia como la forma más elevada de presencia monumental. Una mirada crítica que comienza con la torre metropolitana como la nueva Babel para finalizar con el muro como el monumento al vacío.